Meditación y Amor

¿Qué ocurre cuando uno se encuentra ante el dilema de si quiere o no pasar por todo ese proceso de profundización de sí mismo? Yo encuentro que cada vez que se me presenta un problema, ya está mi mente diciéndome que no quiere ponerse a eso, y finalmente abandono para no complicarme. Es como la vagancia, solo que en ese momento soy consciente de la reacción y parece que no quiero hacer nada al respecto. Eso me hace obsesionarme un poco cada vez que estoy considerando todo lo que ha cambiado el punto de vista de mi vida cuando leí por primera vez a K.
Igualmente ocurre si me pongo a considerarlo del modo más sencillo y básico, es decir, sobre si quiero o no quiero cambiar.
Yo supongo que todo esto lleva tiempo. Es decir, no creo que todos los problemas psicológicos que nos han marcado toda la vida puedan solucionarse en un minuto.
De todos modos, cuando mi mente no toca nada de esto, vivo una vida [inconsciente] bastante marcada por muchas clases de miedo y de seguridad. Muchas veces no quiero tocar nada de lo que me ocurre día a día, porque me puedo vuelvo a obsesionar, o sea, a liarme y a cabrearme y finalmente a dejarlo como si no hubiera pasado nada. En las últimas semanas no hay nada que la mente no toque, así que suelo ir con bastante cuidado si voy de nuevo a las andadas.

Agradecería algo de ayuda. La verdad es que no salgo mucho de casa y no hablo con nadie de esto. Y de hecho, de esto sí que tengo ganas de hablar.

Muchas veces tengo la sensación de que la comprensión o ese estado de profunda calma que habla K es algo que sólo está al alcance de ciertas personas. O sea, que existe como una especie de base sobre la cual "empezar".

Hola Daniel:
Tengo escrita en la pizarra de mi casa la pregunta ¿cómo actuar? Es una pregunta realizada por una persona joven de tu misma edad y que también lee y estudia a K. Es posible que sea una de las preguntas más difíciles de responder porque detrás de nuestras acciones hay un contenido diferente, con muchos matices, que las proyecta.

Seguramente ya te has dado cuenta que nuestras acciones proceden de reacciones que se originan entre nosotros como observadores y la realidad que observamos y experimentamos. Esas reacciones que ocurren a cada momento nos hablan de quienes somos pero pasan desapercibidas, precisamente porque nos falta un rol imprescindible para que no pasen desapercibidas. ¿Qué rol es?

Es muy diferente ser un humano que reacciona sin más con el entorno a ser un humano que investiga. El investigador intenta descubrir cómo funcionan las cosas, los hechos que ocurren, sin intervenir en lo que debe investigar para cambiarlo. Aquí esta la clave: el investigador no quiere cambiar nada, sólo comprenderlo. No tiene predilección por una realidad dulce o amarga para aceptar una y rechazar otra.

Creo que es muy importante saber si uno quiere investigar y descubrir como funciona la realidad que percibimos a través de los sentidos o si simplemente se deja llevar por la inercia dolor-placer. ¿Cómo saber si uno tiene trazas de ser investigador? La pasión por descubrir y el desdén por los premios y el bienestar son indicadores que hay madera de investigador. Si no hay pasión por descubrir qué significa todo esto que llamamos vida, es difícil salir de esa inercia placer-dolor.

El investigador de si mismo, lo primero que hace es dejar de intervenir en lo que investiga. Si interviene, lo que observa se modifica y se pierde otra vez entre reacciones. Cualquier situación es buena para empezar pero un buen reto es empezar por un estado donde hay dolor.

La primera acción del nuevo investigador es abandonar el sistema anterior “reaccionario” y eso significa que todo lo que el ha pensado sobre si mismo lo deja de lado como material inservible. Los conceptos “estoy triste, deprimido, alegre, feliz” no sirven para investigar pues son conclusiones prematuras. Quiero decir que no puedes sacar conclusiones hasta que no acabe tu investigación sobre ti mismo.
Por ejemplo si eres un buen investigador de la vida de las hormigas no comenzarás diciendo “estas hormigas son malas y estas son buenas” mas bien, simplemente, las observarás y tomarás datos para al final de tu estudio obtener un resultado objetivo.

Especular con el resultado final de la investigación es un indicio de que aún no ha aparecido el investigador auténtico que sólo se ciñe a lo que descubre de momento a momento, sin desear dar saltos. Descubrir es encontrar algo que ya existe pero uno desconoce su naturaleza. Uno puede imaginar un objetivo pero como un juego consciente, no como algo sólido hacia lo que uno se dirige. Por tanto, la primera cosa es saber si uno es un investigador serio de si mismo o simplemente sobrevive como puede entre la realidad del entorno. Antonio

Creo que es dificil se vuelva a proponer en este foro, un tema del la envergadura y belleza del de el mes de julio.
Dice K. que el amor es la Verdad y la Meditación el descubrimiento de esa verdad ,que es belleza, y de paso barre con todas nuestra expectativas y esperanzas, afirmando que no hay camino por el que llegar a esa Verdad, que el pensamiento no es adecuado para buscarla y mucho menos para alcanzarla, realmente el tema de julio se hace uno y el mismo con el de septiembre.
La Meditación, el Amor, la Belleza, La Verdad, todo ello requiere ser absolutamente nada, pensamientos, emociones, creencias, criterios, opiniones, incluso ser o creer ser algo distinto de nada, es un obstáculo para que el humano, como hombre, sea expresión de esa Verdad que es amor y belleza, expresión que K. llama Meditación, y es la Transformación del humano.

Una trans-forma-ción es un cambio de forma y a cada momento están ocurriendo cambios en todas las formas. Todo lo que percibe el observador, incluido él mismo, se está moviendo en una dirección. El observador afirma que algo se transforma en referencia a un estado anterior. Decimos: "ahora soy más ordenado que hace un año", "estoy más viejo que hace diez años" "Comprendo más que hace dos años", Etc. Toda nuestra percepción, mientras somos incompletos, se basa en la conducta que observamos de las cosas. Pero la conducta es un hecho que ya ha ocurrido, porque no podemos percibir algo que no haya ocurrido todavía.

Al observar hechos ya ocurridos estamos percibiendo las cenizas, el final de una secuencia completa originada en un origen que no percibimos. Es como cuando los humanos nos alarma la aparición de una guerra sin habernos dado cuenta que tubo un origen y un desarrollo en tiempo de paz. Por tanto, percibir los hechos a cada instante no es percibir la secuencia completa , a no ser que el observador sea completo.

El observador incompleto no puede percibir las cosas como son en su secuencia completa. De manera que transformar algo sin ver cómo es en toda su extensión es un error y solo sirve para estar entretenidos en algo mientras no aparezca la comprensión.

El observador incompleto no se completa por modificar su conducta ni por acción alguna del entorno, porque todo lo que haga desde el estado incompleto son residuos de su estado incompleto. Es lo mismo que decir que un niño va alcanzando conciencia por las cosas que aprende en la escuela y en casa. La conciencia no se construye con los residuos que produce el estado anterior de conciencia.

La cuestión principal es que no existe transformación para el observador, pero si un llenarse de contenido inteligencia y este proceso no lo controla el observador, igual que un niño se dirige a su estado de adulto de forma automática. Lo que adquiere el observador es conciencia, conciencia significa contener lo existente y desde ahí mirar lo existente.

Conciencia limitada es contener un trozo de la realidad y reconocerlo. Conciencia completa del observador es contener todo lo existente y reconocerlo.Antonio